La elaboración de la artesanía tradicional en Tepantitlán es un proceso complejo que llevan a cabo las mujeres alfareras con el fin de plasmar la identidad de la región en una pieza de barro. En El Paso son principalmente las mujeres quienes practican el oficio de la alfarería y quienes se han encargado de preservar esta tradición desde hace décadas, transmitiendo sus habilidades y conocimientos a nuevas generaciones.
Las mujeres alfareras llevan a cabo una serie de labores que implican un trabajo arduo y detallista que toma años de práctica perfeccionar.
La creación de cualquier pieza de alfarería comienza con la extracción del barro de una mina en la tierra, ya sea barro rojo o barro negro. Para extraer el barro se selecciona el barro de mejor calidad, la calidad depende de la cantidad de impurezas que contiene el barro; entre menos piedras, raíces e impurezas contenga el barro será de mejor calidad. Con pico y espeque las mujeres alfareras cavan en la tierra para desprender terrones de barro, posteriormente se recogen los terrones con pala y se vacían en cubetas para transportarlos al taller. Muchas veces las minas de barro se encuentran a largas distancias del taller artesanal y la carga de barro debe ser trasportada en el lomo de un burro o un caballo.
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| Barro para la elaboración de piezas de alfarería |
Después de extraer el barro, la artesana humedece el barro agregando una pequeña cantidad de agua. Al humedecerse el barro adquiere otra consistencia y puede ser manipulado con mayor facilidad, es entonces cuando se comienza a "escoger" el barro, es decir, se limpia de impurezas. Escoger el barro es la acción de retirar manualmente todas las piedras e impurezas que se encuentran de manera natural en la tierra, para hacer esto se toma una pequeña cantidad de barro y con el tacto se identifican y retiran todas las piedras contenidas en él.
La labor de escoger el barro juega un papel importante en la producción de piezas de alfarería pues si no se retiran las piedras ocasionarán desperfectos superficiales en la pieza terminada.
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| Escogiendo el barro |
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| Barro limpio de impurezas |
Para dar rigidez y dureza a las piezas de alfarería elaboradas en Tepantitlán, las alfareras mezclan el barro limpio con arena del río Marquelia. Las mujeres artesanas recolectan dicha arena en la orilla del río, para abastecerse de arena llevan cubetas y comienzan a llenarlas con ayuda de una pala, una vez llenas las cubetas, cargan la arena hasta el taller artesanal. En el taller las alfareras se encargan de cernir la arena con ayuda de una criba hasta retirar las piedras grandes y dejar arena de grano fino.
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| Cernido de la arena |
Para preparar el barro con que se elaborarán las artesanías, las alfareras mezclan el barro limpio espolvoreando arena sobre él y amasan hasta que la arena se distribuye de manera uniforme en todo el barro.
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| Amasando el barro |
Con ésta mezcla de barro y arena las mujeres artesanas dan forma a objetos diversos como cazuelas, ollas pozoleras, cántaros para agua, alcancías, comales, tazas, platos y demás objetos decorativos y de utilidad en la cocina.
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| Mary dando forma a una olla |
Con sus dedos la alfarera distribuye el barro en toda la superficie de la pieza para dar forma a sus creaciones, con los dedos hace surcos y palpa el espesor que va dando a cada pieza que elabora, cuando considera que la forma de la pieza es la deseada toma de un bote un olote húmedo y comienza a rayar con él la superficie del barro de tal modo que hace una infinidad de pequeños surcos que parecen araños sobre la piel de la artesanía. El olote ayuda a la artesana a dar forma a la pieza y distribuir de manera uniforme el barro en toda la pieza, además es importante para el acabado superficial de la pieza.
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| Alisado con olote |
Para curar los araños hechos por el olote en la pieza de barro, la artesana humedece sus manos sumergiéndolas en un balde lleno de agua y al sacarlas empapadas de agua acaricia suavemente la superficie de la pieza, con cuidadosos movimientos repetitivos borra los surcos una y otra vez hasta que la superficie de la pieza queda lisa y libre de cualquier araño causado por el olote.
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| Alisado con las manos |
El sol y el aire se encargarán de retirar el exceso de humedad en la artesanía, después de alisar la pieza con las manos la alfarera debe poner a secar la pieza al aire libre para que adquiera mayor rigidez, sin embargo no debe exponerse demasiado tiempo al sol porque aún hay muchos pasos por delante antes de obtener el producto final y es necesario que la pieza tenga un grado medio de humedad.
Con el intenso calor en Tepantitlán en verano basta asolear la pieza un par de horas para retirar el exceso de humedad.
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| Asoleado |
Una vez seca la pieza la artesana comienza a dar la forma final a la pieza, generalmente en las ollas se hace el cuello y las asas para sostenerla. Para dar la forma final la artesana utiliza el mismo barro y nuevamente con ayuda de sus manos moldea la pieza hasta que logra la figura deseada, esta parte del proceso dará el aspecto geométrico final a la pieza. En el caso de las ollas la artesana puede levantar el cuello de la olla y hacerlo resaltar o simplemente redondear el borde de la olla, la olla de boca ancha la llaman olla hocicona.
Una vez que la artesana termina de dar la forma deseada a la pieza, vuelve a alisar con el olote y con las manos humedecidas para dar un buen acabado a la pieza.
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| Mary dando la forma final a la pieza |
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| Forma final de la olla |
Cuando la alfarera termina de dar forma a su pieza debe repetir el asoleado al aire un par de horas, cuando determina que la pieza ha perdido suficiente humedad comienza con el alisado final.
El alisado final da el acabado superficial a la olla y sirve también como sello para evitar que los líquidos contenidos en la olla transminen.
El alisado final de la pieza consiste en el bruñido con una piedra de río, esta piedra lisa es utilizada como herramienta para eliminar el relieve áspero en la pieza de barro. Para alisar se talla la pieza de barro con un canto plano de la piedra de río en repetidas ocasiones, para lograr un buen alisado la alfarera debe tener la técnica adecuada y debe repetir múltiples veces el tallado. Después de varios minutos de alisar con la piedra, la pieza de barro tendrá un acabado liso y brilloso muy llamativo a la vista.
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| Olla bruñida |
La pieza debe ser asoleada durante varias horas para eliminar el exceso de humedad pues en el proceso de cocción puede dañarse la pieza si contiene agua en exceso.
El siguiente paso en el proceso de producción artesanal es la cocción de las piezas, el proceso de cocción permite a la olla entrar en contacto con el agua sin deshacerse, además de brinda a la pieza un endurecimiento superficial. En la alfarería de El Paso las piezas no son cocidas en horno de alfarería como lo hacen algunos alfareros, sino que se realiza en una hoguera elaborada con la concha o pajón del coco; las artesanas parten las conchas secas y forman con ellas una cama. Sobre la cama hecha con la concha de coco se colocan las piezas de barro secas y se tapan con más conchas, una vez que se han cubierto las piezas en su totalidad, se prende fuego a la concha de coco y se espera a que se consuma en su totalidad, el calor generado en la hoguera es suficiente para cocer las piezas de barro. Al término de la cocción se limpia la ceniza adherida a las piezas y se tiene la artesanía terminada.
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| Preparando la hoguera para la cocción |
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| Prendiendo fuego a la hoguera |
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| Ollas al término de la cocción |
La última etapa involucrada en el proceso de producción artesanal es igualmente complicado a los anteriores, este último paso consiste en la comercialización del producto. Día con día las mujeres artesanas trabajan para subsistur y preservar la tradición alfarera de la Costa Chica de Guerrero.
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| Doña Chon en su puesto de artesanías |
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