"Antes todas las mujeres hacían sus trastes con éste lodo"
En Tepantitlán Guerrero se elabora la artesanía tradicional de barro propia de la región de la Costa Chica de Guerrero. La artesanía de barro llegó a Tepantitlán con los pobladores provenientes de Cintla (poblado cercano al municipio de San Luis Acatlán) que emigraron a Tepantitlán para aprovechar la abundancia de agua a la orilla del río Marquelia, los antiguos pobladores de Cintla ya elaboraban una amplia variedad de ollas, cazuelas, comales, platos y distintas piezas de utilidad en la cocina.
La tradición artesanal en Tepantitlán se transmite de generación en generación, siendo las personas adultas quienes enseñan el arte de la alfarería a niños y adolescentes, preservando de esta manera la tradición alfarera.
A pesar de que la tradición artesanal se ha preservado hasta el día de hoy, son pocas las familias que siguen practicando el oficio de la alfarería tanto en Tepantitlán como en la región de la Costa Chica, las principales causas por las cuales se está perdiendo la tradición alfarera en esta región radica en la tendencia al uso de trastes de aluminio, peltre, plástico, acero inoxidable, etc.
Otra de las causas que dificulta que se continúe elaborando la artesanía tradicional de barro es que el artesano se ve obligado a vender sus productos a muy bajos costos, haciendo poco redituable su trabajo y viéndose orillado a buscar una ocupación distinta de donde pueda obtener mejores ingresos.
En Tepantitlán los alfareros elaboran artesanía de tipo utilitario y decorativo, la artesanía con fines utilitarios incluye principalmente utensilios y trastes para la cocina, como son comales, cazuelas, ollas, tazas y jarros. La artesanía decorativa incluye principalmente alcancías en forma de gallina, recipientes para agua en forma de manzana o pera, fruteros decorados y distintos recipientes
Las mujeres juegan un papel de suma importancia en la alfarería de esta región de Guerrero pues gracias a ellas se preserva la tradición alfarera en Tepantitlán, siendo principalmente ellas quienes participan activamente en todo el proceso artesanal a pesar de que algunos varones también conocen el oficio.
Un ejemplo de mujeres alfareras en Tepantitlán son Irene Hernández, Concepción Hernández y Vanesa Moyado Hernández; tres generaciones de mujeres artesanas de Tepantitlán. La señora Irene fue de las primeras personas provenientes de Cintla que llegó a Tepantitlán, Irene enseñó el arte de la alfarería a varias de sus hijas, entre ellas Concepción Hernández y Concepción a su vez enseñó el oficio a su hija Vanesa quien entre sus múltiples ocupaciones elabora piezas de alfarería tradicional de la región.
Vanesa o Mary como también se le conoce en Tepantitlán trabaja en conjunto con su madre en el laborioso proceso artesanal, ellas dos realizan el proceso desde el comienzo con la extracción del barro hasta el final con la comercialización del producto. La señora Irene no trabaja ya en la alfarería debido a su avanzada edad pero de vez en cuando ayuda en la elaboración de piezas a su hija y a su nieta y haciendo memoria dice: "antes todas las mujeres hacían sus trastes con este lodo".
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